viernes, 10 de diciembre de 2010

Historia de la Virgen del Valle

EL HALLAZGO DE LA IMAGEN

Según las creencias de los fieles católicos, la aparición de la venerada imagen de la Inmaculada Concepción, Nuestra Señora del Valle, tuvo lugar entre 1618 y 1620 en una gruta de ChoyaDepartamento Capital de la provincia de Catamarca, en el noroeste argentino. El pueblo de Choya al que se hace mención en los antiguos documentos estaba situado a 1 km del actual homónimo. Formaban la población de Choya españoles encomenderos y pueblos originarios en su gran mayoría cristianos. Vivían de la labranza y del pastoreo. Un originario de los encomendados al servicio de Don Manuel de Salazar, un día percibió voces. Eran indiecitas que caminaban recelosas, temiendo que alguien las sorprendiera. Llevaban lámparas y flores de la montaña. Como era de noche regresó a los ranchos de Choya. A la mañana siguiente regresó al paraje, y dio con las huellas y encontró un sendero que, se veía, era muy transitado. Caminó 5 km, remontando la quebrada cuando a unos 7 m de altura apareció un nicho de piedra bien disimulado. Al fin del nicho había rústicos asientos y restos de fogones, e incluso huellas de danzas. Trepó al nicho y al fondo encontró una Imagen de la Santísima Virgen María. Era pequeñita, muy limpia, de rostro moreno y manos juntas. Después de varios meses y de estar seguro de su descubrimiento, le cuenta todo a su amo. Le dice que la veneraban, que estaba allí entre las piedras, que era morenita como los indios y que por eso la querían y que él también había aprendido a quererla.


Imagen tal como fue encontrada. Después los españoles le pusieron vestido y manto que hicieron cambiar su aspecto.


PRIMER TEMPLO EN HONOR A LA VIRGEN DEL VALLE

Según la declaración del testigo Juan Cisternas: "Viéndola hacer tantos prodigios, le edificaron una capilla, que por la tradición antigua fue donde hoy (1764) están las paredes de la iglesia matriz de dicho Valle, en la parte del poniente a poca distancia y en que hoy corre el río del Valle que ha muchos años se la llevó"

ERMITA DE LA VIRGEN DEL VALLE

En la edificación hicieron sus aportes los más adinerados como Pedro de Maidana, Nuño Rodríguez Beltrán y el valioso y sacrificado esfuerzo de los pobres de la comunidad que llegaban con su trabajo de peones y albañiles.
También colaboraron Don Manuel de Salazar, Mateo de Acuña, Baltazar de Orellana, los hermanos Pérez de Hoyo, además de Juan Domínguez, carpintero de profesión que por su bondad y habilidad en diferentes trabajos, era por 1628 un personaje que gozaba de gran aprecio en todo el vecindario.

LA VIRGEN DEL VALLE JURADA COMO PATRONA

La Madre Santísima del Valle fue jurada Patrona, y este solemne acontecimiento celebrado por sus hijos con verdadero regocijo, se repitió hasta en seis oportunidades.
PRIMER Juramento: Fue allá por el año 1657. Se hizo bajo la prerrogativa y advocación de la "Pura y Limpia Concepción". Tuvo el hecho un carácter parroquial.
SEGUNDO Juramento: Al declararse Patrono Titular de la ciudad Capital a San Juan Bautista, no quedó en claro el asunto del Patronazgo, por lo que se resuelve jurar de nuevo a Nuestra Señora del Valle, no solo ya, en el orden Parroquial que hubiera sido de la ciudad de San Fernando, sino de toda la provincia de Catamarca, y lo fue en el año 1688.
TERCER Juramento: Sucedió 200 años después, reafirmando el juramento de 1688. Es realizado en el atrio de la entonces Iglesia Matriz, donde habían mandado construir un entarimado especial, el último día de las festividades marianas de 1888.
CUARTO Juramento: Se llevó a cabo en 1904. Había representantes de los Gobiernos Tucumano y Santiagueño, cuyas provincias también la juraban Patrona.
QUINTO Juramento: Fue en 1941, en el lugar denominado "Paseo Gral. Navarro" o "La Alameda", con motivo de las áureas conmemoraciones de la Coronación de la Portentosa Imagen de Nuestra Señora del Valle.
SEXTO Juramento: Lo hacen representantes de Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero, después de la Procesión de las Bodas de Diamante de la Coronación, en 199. Se realizó en el frente de la Catedral Basílica.

"LA BAJADA" SOLEMNE CEREMONIA 

Es el traslado de la Sagrada Imagen desde su Camarín al trono que para los días de sus Fiestas se le erige junto al Altar Mayor, en parte del presbiterio de la Catedral Basílica. Se hacen tres entusiastas repiques de las tradicionales y sonoras campanas.
El Maestro de Ceremonias saca la Sagrada Imagen de su urna habitual que está en el Camarín, poniéndola en manos del Obispo, quien la traslada hasta el trono.
En el trayecto se cantan las letanías Lauretanas y el Himno de la Virgen hasta llegar al recinto de la Catedral.

CORONACIÓN DE LA IMAGEN DE LA VIRGEN DEL VALLE
En Diciembre de 1887 fueron convocados los principales vecinos de la Ciudad de Catamarca por el entonces Vicario Segura, con dos finalidades: programar los actos para renovar el juramento en 1888 y la gestión ante la Santa Sede, pidiendo la coronación de la Portentosa Imagen.

Entonces una comisión gestiona por intermedio del benemérito franciscano Fray Bernardino Orellana, mediante una súplica firmada por el entonces Vicario Capitular de Salta Monseñor Pablo Padilla y Bárcena. Corría setiembre de 1889.

Así fue que como un mes más tarde de haber iniciado el trámite Fray Orellana recibió el Decreto del Capítulo Vaticano comediendo la coronación.

Es obvio mencionar el júbilo desbordante con que fue recibida la noticia del éxito positivo, entre los devotos y buenos hijos de la Madre del Valle.

La coronación de la Sagrada Imagen se realizó el 12 de Abril de 1891, en el Paseo General Navarro, a ocho cuadras de la Iglesia Matriz. En el costado Norte se construyó una Galería de pilares y techo de madera, de una altura de cinco metros; el adorno del techo eran tiras angostas de géneros de colores; en las orillas del techo se pusieron gallardetes y sobre el techo grandes banderas y el escudo pontificio. En la parte media de la galería se levanto un majestuoso trono para la Reina del Valle.

Se dio en el lugar una enorme concurrencia; abría la banda de música y la encabezaban con sus respectivos estandartes diversas peregrinaciones.

LA CONFECCIÓN DE LA CORONA

En el mes de enero de 1890, Fray Orellana contrato en París, en la Casa Poussielgue-Rusaud, la confección de la Corona. Se fijó un precio de costo de 4200 pesos oro. Tendría 68 diamantes y otras piedras preciosas. Además de este material, se envió desde Catamarca seis onzas de oro, un cóndor, ocho monedas de oro, un anillo con siete piedras y un zarcillo con dos perlas.

Además de la corona, se hicieron acuñar treinta mil medallas y confeccionar estampas de diversas clases.

Corona original realizada en Francia, en 1890 por encargo de sacerdotes lourdista. La Imagen fue coronada el 14 de abril de ese año.


CONCEPTOS DEL PRESBÍTERO GREGORIO ROMERO

En la ceremonia de la misa pontificial, el joven salteño Don Gregorio Romero, al referirse a la corona dijo: "Esta Preciosa Corona que contemplará perpetuamente el pueblo catamarqueño, simboliza todas las lágrimas enjugadas, todos los hogares bendecidos, todos los dolores mitigados; en fin señores, esa corona es la gloria, el poder y la fortaleza de la Reina coronada y al mismo tiempo la consagración más brillante que han recibido los prodigios y las maravillas de la Reina de los Valles en el transcurso de los siglos".

DETALLES DEL ESCUDO DE LA VIRGEN DEL VALLE

En 1914, el entonces Obispo Diocesano de Catamarca, Mons. Bernabé Piedrabuena, encarga al historiador Larrouy que ideara un escudo para la Reina y Patrona de Catamarca. Este lo ideó conforme a las leyes heráldicas, y de acuerdo a las normas lo dibujo un Sr. Thomas, eminente heraldista.

Forma oval: Corresponde a la realeza; como también el dosel sobre el que están puestos la corona y los cetros.

Los cetros se cruzan por detrás del óvalo, para terminar en las flores heráldicas una rosa y una flor de lis.

La corona es abierta, porque así se acostumbra ponerla en los escudos de las reinas. Se alternan estrellas y flores de lis, por ser la Reina Universal de cielos y tierras.

Los doseles de los escudos reales italianos se pintaban de armiño, o sea blanco con pintas negras semejantes a cruces. Los del escudo de la Virgen son tan elegantes que vienen a ser como una joya en su género.

Colores: Los colores usuales son los de dos metales; oro y plata, y los cuatro esmaltes: azul, verde, rojo y negro.

Campo: Es el fondo del escudo. Para mayor claridad se recurre aquí a lo muy querido y conocido: el Escudo Nacional.

Su lema dice SPES NOSTRA (Esperanza Nuestra) palabras, que como se sabe, fueron tomadas de la oración de la "Salve".

Figuras: Posee un emblema simbólico, la flor de lis; sus cuatro iniciales NSDV y una estrella.



LA ACTUAL CATEDRAL BASÍLICA

El 16 de Abril de 1859, siendo Vicario Foráneo el Pbro. Luis Gabriel Segura, se firmó un contrato para la edificación de la nueva Matriz, con los arquitectos italianos Sres. Carlos Tenivella y Natalio Balloca. Obra que comenzó a levantarse de inmediato. Pero en mayo de 1862 por fallecimiento del Sr. Tenivella, y siendo Vicario Interino Fray Wenceslao Achával, se rescindió el primer documento, firmándose un segundo contrato, esta vez con Don Luis Caravatti, también constructor italiano.

El 4 de Diciembre de 1869, aún sin estar totalmente terminada la inaugura el Vicario José Facundo Segura, librándola a los actos del culto público, para concluirla definitivamente en 1875.

Los restos del Vicario José Facundo Segura descansan en una nave lateral de la Basílica, frente al altar donde, hasta hace algún tiempo, se utilizaba para la reserva del santísimo Sacramento.

El benemérito sacerdote trabajó también con inigualable constancia y devoción en los actos preparatorios de la Coronación de la Sagrada Imagen de Nuestra Señora del Valle.

Con la creación del Obispado de Catamarca, por ley Nº 6771 fechada en Buenos Aires el 4 de Octubre de 19009 y Bula de Erección de San Pío X, dada en Roma a días cinco de febrero de 1910, la Iglesia Matriz, pasó a ser la Iglesia Catedral.

Luego, con motivo de las solemnes conmemoraciones de las bodas de Oro de la Coronación de la Sagrada Imagen del Valle, se solicita al Sumo Pontífice, Pío XII, se otorgue el título de Basílica Menor a su Santuario, pedido que es concedido el 5 de Abril de 1941, mediante cablegrama.


La Catedral Basílica de Catamarca, de noche.

EL CAMARÍN DE LA VIRGEN DEL VALLE

Desde el comienzo de la construcción del actual templo en honor de la Santísima Virgen se había determinado un espacio, bastante reducido al principio, sobre el altar mayor, en que, a la vez que la Sagrada Imagen podía presidir los solemnes actos que en su honor se desarrollaban en las naves principales de la Iglesia Matriz, podía ser venerada en el recogimiento y el silencio de aquel íntimo lugar.

El diminuto Camarín fue después bellamente ampliado, cuya obra llevó a cabo el virtuoso sacerdote italiano Mons. Rafael D´Armico.

Después, el primer Obispo de Catamarca, Mons. Dr. Bernabé Piedrabuena, el 5 de Mayo de 1916, durante las fiestas de las Bodas de Plata de la Coronación de la Imagen, inauguró un nuevo y verdaderamente suntuoso camarín (el actual) al que hermoseó aún más, Mons. Hanlon en su iluminación y escalinatas.

Hacia las pequeñas naves laterales tienen costosísimos y hermosos vitrales expresamente realizados en Alemania con dibujos enviados desde la ciudad de Catamarca. Partiendo del altar del Camarín a mano derecha, el primero representa el hallazgo de la Imagen; el indio muestra a Salazar la estatuita. El segundo, representa a Salazar poniendo la Imagen sobre el algodón que se incendiaba. El tercero muestra cuando la Virgen derrota a los ejércitos calchaquíes con su presencia soberana. El cuarto alude a los juramentos que se realizaron declarándola Patrona de Catamarca.

El gran vitral del fondo es la historia del acto de la Coronación de la portentosa Imagen; por el lado derecho, yendo hacia el altar, el primero significa la resurrección de la niña Ana de la Vega, y el Segundo la milagrosa curación del caballero peruano que luego le deja su cadena.

Conducen a este pequeño templo, dos amplias escaleras de mármol, una de entrada y otra de salida.

Capilla del Camarín. Al fondo el vitral con la escena de la Coronación de la Imagen (Click para ampliar).

LA GRUTA DE LA VIRGEN DEL VALLE

En el tiempo del gran sacerdote mariano Mons. D´Amico, por iniciativa esforzada de este mismo hijo de la Virgen del Valle, se había comenzado a levantar una capilla o templete en el lugar en que fue encontrada la Sagrada imagen.

A poco de iniciarse, quedó paralizada la obra por motivos que sería obvio mencionar. Soportó así, después, las inclemencias del tiempo que no lograron dañarla en su estructura general por tratarse de una construcción sólida y muy bien ideada.

Con motivo de las fiestas cincuentenarias de la Coronación de la Sagrada Imagen del Valle en 1941, una nueva Comisión presidida por el Doctor Armando Correa y alentada incansablemente por Mons. Hanlon, más la generosa colaboración del pueblo catamarqueño y otros provincianos, se concluyó esta construcción tan deseada por los hijos de la Virgen Santísima.

Conforme lo muestra el grabado, es un templete que cubre la gruta propiamente dicha, donde se levanta un sencillo altar de piedra a cuyo costado tiene una pequeña sacristía, todo resguardado con una reja de hierro de arriba abajo, con una puerta del mismo metal, que permite la entrada cuando hay oficios sagrados o está presente el encargado de aquel lugar. Complementa la obra un amplio lugar abierto con piso de lajas y barandas para las reuniones de los fieles al aire libre durante las celebraciones litúrgicas.

Este templete fue inaugurado el 26 de Abril de 1941, día en que se iniciaron las fiestas conmemorativas del cincuentenario de la Coronación.

El Prelado Diocesano bendijo solemnemente el templete para continuar con el Santo Sacrificio de la Misa por primera vez celebrada en aquel paraje.

El Obispo Diocesano Mons. Torres Farías dispuso el mejoramiento total del edificio, arreglo de escalinatas, colocación de barandillas y también distribución de figuras simbólicas en las adyacencias de este venerado y muy visitado lugar.


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Bibliografía: "HISTORIA POPULAR DE LA VIRGEN DEL VALLE" - Editorial Guadalupe - Pbro. Alberto S. Miranda

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